Salmo 92

El salmo 92 es un cántico para el sábado. Consta de dieciséis versículos en los cuales hace alabanza al Señor.

Del versículo dos al cuatro se dan gracias al Señor, se le pone en alto y se hace referencia a recordarlo con amor durante el día y serle leal por las noches al son de una melodía interpretada con ayuda de un arpa y la citara.

El versículo cinco hace alusión a la alegría que brinda la existencia del Señor con sus acciones.
El versículo seis admira las obras y los designios del Señor.
El versículo siete afirma que los hombres insensatos no pueden comprender la grandeza de las acciones de Dios.

Alabanza por la bondad de Dios

El versículo ocho habla sobre la maldad, dice que, aunque la gente malvada brote como hierba, los injustos florezcan, se van a destruir. Es una metáfora que se tiene relación con el ciclo de las plantas. La maldad e injusticia son vistas como si fueran plantas, ya que crecen y florecen, pero a su vez, Dios estará ahí para erradicarlas para siempre.

Los versículos nueve y diez hablan sobre la grandeza y superioridad en los que se encuentra el Señor y expone que todos los enemigos, injustos y demás personas deshonradas serán destruidas y exterminadas.

Los versículos once y doce hablan sobre las cualidades que brinda la gracia del señor. Se hace alusión a la fuerza de un toro, a la unción de un aceite nuevo y a la sensibilización de los sentidos como la vista y el oído para cuidarse de los espías y gente malvada.

Los versículos catorce, quince y dieciséis de igual forma hacen una metáfora utilizando las plantas, en donde las personas justas se convertirán en palmeras fuertes, o como cedros del Líbano, el cual su madera es considerada como preciosa. De igual forma las personas que se encuentran en la casa del Señor, florecerán en los atrios. Se menciona que en su vejez se mantendrán con frutos y floridos, esto quiere decir que estarán plenos. Al final culmina expresando lo justo que es el Señor.

El salmo 92 es ideal para mostrar la adoración y alabanza a Dios por su bendición a las personas justas y su castigo a quienes omiten su presencia.

Este salmo también se le conoce como la “Alabanza de la Divina Providencia” o “La Grandeza de Nuestro Padre”.

En este pasaje bíblico se aborda el tema de la distribución moral, en donde se percibe la alegría y se goza la bendición representada por Dios.

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